viernes, 27 de agosto de 2010

La banca aún ofrece hipotecas a 50 años y por un 100% de financiación


La financiación continúa siendo uno de los principales obstáculos para que los clientes puedan comprar viviendas. A pesar de que las entidades subrayen que el embargo de un inmueble es el último recurso para recuperar una deuda, la cantidad de pisos en sus balances aumenta y su cartera ya alcanza los 60.000 millones de euros.

Es por ello que, para acelerar la salida de ese stock inmobiliario, la banca ofrece condiciones más flexibles en las hipotecas vinculadas a los inmuebles de su propiedad. Entre otras, plazos más largos de amortización o una financiación garantizada.

Bancaja cuenta con una hipoteca, a 50 años, con una financiación de hasta el 90% del precio de compra de la vivienda y permite no pagar capital, comisiones, ni intereses hasta el tercer año. Son importes que, además, no se acumulan una vez iniciado el cuarto año.

En la misma línea, Pastor comercializa también una hipoteca que concede hasta el 100% del precio de compra, sin comisión de apertura ni gastos de tasación.

La estrategia de Caixa Catalunya, ya fusionada con Tarragona y Manresa, también es agresiva. La entidad financia hasta el 80% del valor de la vivienda. Además, durante los tres primeros años, la cuota del crédito es libre e incluso existe la opción de devolver el piso, según su portal inmobiliario.

Ibercaja se desmarca en las ofertas para viviendas propias, con una hipoteca a la que no le aplica ningún diferencial sobre el euribor durante los tres primeros años. Otra forma de agilizar la venta de los inmuebles es realizar campañas de marketing o subastas por Internet para llevar el producto al cliente. Son promociones que, sobre todo, se incentivan en los meses de verano.

Es el caso, por ejemplo, de Bancaja que, a través de su campaña “30x30”, aplica un descuento del 30% en el precio de las cinco primeras viviendas vendidas en 30 promociones repartidas en diversas provincias españolas. Da la posibilidad de no pagar comisiones de apertura y estudio, ni intereses, ni capital a la entidad durante tres años. Estas condiciones, en cualquier caso, constituyen un marco general de partida, ya que, en la práctica, las condiciones finales de cada operación dependen de la solvencia, el perfil y la vinculación de cada cliente con la entidad.

Estas características más flexibles, precios y características ventajosas difieren de las de las hipotecas para inmuebles ajenos a las entidades.

En términos generales, la financiación no supera el 80% del valor de tasación del inmueble; los plazos de amortización de los créditos son más cortos, en torno a 20 y 30 años y existen mayores costes por comisiones. La mayor flexibilidad de las entidades a la hora de conceder financiación contrasta con el estancamiento generalizado que registra el crédito al sistema desde el inicio de la crisis.

Según los últimos datos del Banco de España, la financiación a hogares para la compra de vivienda está congelada desde 2007 en unos los 685.000 millones de euros, si bien, en los últimos dos meses se ha registrado un tímido repunte del 1,4% en estos créditos, muy lejos aún de las subidas de hasta el 13% interanuales que se vieron hasta el estallido de la crisis.

A la hora de comprar una vivienda en cualquier entidad, es útil saber que lleva aparejada una serie de gastos e impuestos complementarios. Además del IVA (un 8%), gastos de notaría, registro... algunas entidades matizan que es necesario la contratación de un seguro.

Caja Madrid es una de ellas ya que impone un seguro del hogar por valor de la vivienda a la hora de contratar la hipoteca aunque, según fuentes de la entidad, el cliente tiene la posibilidad de cambiar de compañía aseguradora al año que contrate el préstamo aunque cediendo los derechos a la entidad.

Asimismo, Bankinter matiza lo siguiente: “El seguro de continente es obligatorio por ley mientras que el de vida no lo es”. Al contrario, bancos como Santander alegan que no es obligatorio.

La banca se ha convertido, involuntariamente, en un agente inmobiliario pero no a cualquier precio. Las entidades tendrán que afrontar desde octubre una mayor carga de provisiones por sus inmuebles. El nuevo sistema de coberturas, reformado en julio, obligará a bancos y cajas a provisionar hasta el 30% del valor de tasación de los pisos, una vez transcurridos dos años desde su adquisición. Ante estas mayores exigencias, es previsible que las entidades aligeren la salida de su parque de viviendas y suelo. La banca tiene un colchón de 13.000 millones de euros para cubrir el deterioro de sus viviendas.

Vía Irene Flores Ruiz - Expansión

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